Convertir un apartamento de montaña en un espacio acogedor, luminoso y práctico fue el reto que asumimos en Yerbabuena Decoración para esta reforma integral. El objetivo era mantener la esencia del entorno pirenaico, pero con una estética actual, materiales naturales y una distribución que aprovechara cada rincón.
La reforma apostó por una base de tonos suaves y maderas cálidas, creando una atmósfera serena que conecta con el paisaje exterior. En el salón, los techos con vigas de madera vistas aportan carácter y recuerdan al estilo tradicional de montaña, mientras que el mobiliario de líneas limpias y tapizados claros refuerzan la sensación de amplitud.
El rincón de estar combina comodidad y estética nórdica, con un sofá beige, sillones grises y detalles rojos que evocan el invierno y la calidez del hogar. Los cuadros y la iluminación indirecta completan un conjunto equilibrado que invita al descanso frente a la chimenea.
La zona de comedor se integró en el mismo espacio, frente a las amplias ventanas de madera que enmarcan las montañas. La mesa y las sillas en tonos gris piedra contrastan con los armarios de madera natural y hierro negro, aportando un aire rústico-industrial. Cada elemento se eligió para mantener la continuidad visual y potenciar la luminosidad que entra por las ventanas.
DORMITORIOS QUE TRANSMITEN CALMA
En los dormitorios, el diseño se centró en crear ambientes tranquilos y envolventes. El principal combina un cabecero tapizado en azul con una pared de papel pintado de cuadros suaves, logrando un estilo atemporal y elegante. La ropa de cama blanca aporta frescura y acentúa la sensación de orden y limpieza.
En el segundo dormitorio, el papel pintado geométrico y la madera natural del cabecero evocan la textura y el color de los bosques pirenaicos. Las lámparas colgantes y la luz cálida crean un ambiente íntimo, ideal para el descanso tras un día de montaña.
El dormitorio individual se diseñó con un enfoque práctico y juvenil: una cama sencilla, escritorio abatible y un armario con cama oculta que permite ganar espacio cuando no se usa. La madera del marco de la ventana y los tejidos en tonos azules conectan visualmente con el entorno exterior.
Cada detalle se pensó para optimizar el espacio sin perder encanto: radiadores integrados, mobiliario a medida, textiles que aportan textura y una iluminación estratégica que realza los materiales. El suelo de madera natural en acabado claro unifica toda la vivienda, dando continuidad entre estancias y reforzando la sensación de calidez.
El resultado es un apartamento que combina tradición y modernidad, pensado para disfrutar del confort durante todo el año. Un refugio de invierno que, al mismo tiempo, se abre a la luz del verano, con materiales naturales, equilibrio cromático y diseño funcional.
Una reforma integral donde cada estancia cuenta una historia y donde el interiorismo se pone al servicio del bienestar, respetando la esencia del entorno pirenaico y dándole una nueva vida con el sello inconfundible de Yerbabuena Decoración.
